viernes, 14 de julio de 2017

¿Por qué ser vegetariano? aspecto económico

 

 ¿Por qué ser vegetariano? aspecto económico

 

 

¿Economía o anti economía?

  

  Economía 

 Antes de empezar, quizás sea necesario que abordemos un poco sobre economía. Muchos asocian a la economía con números, ecuaciones, crisis financiera causando un desprecio por esta materia tan importante, simple y obvia.


Economía, proviene de οἶκος, oikos "casa" con el sentido de patrimonio, y νέμω, nemo "administrar" y es un término acuñado en la antigua Grecia para expresar las acciones de administrar eficientemente los recursos de un hogar.

 Hoy, la economía es la ciencia social que estudia la forma o medios de satisfacer las necesidades humanas mediante los recursos disponibles que se consideran escasos (y que son escasos en un planeta finito). Es decir, el objeto de la Economía es estudiar la correcta distribución de los recursos escasos para satisfacer las necesidades del ser humano.


 En otras palabras, analiza las decisiones relacionadas entre los recursos de los que se dispone (son de carácter limitado) y las necesidades que cubren (de carácter ilimitado aunque jerarquizadas), de los individuos reconocidos para tomar dichas decisiones.



¿Pero cómo influye el ya obsoleto sistema socio económico actual a esta ciencia?  




Podríamos decir que en todo. El sistema socio económico actual, el monetarismo (siendo el capitalismo o libre mercado sus máximos exponentes), ha causado una gran distorsión en las jerarquías para satisfacer las necesidades del ser humano, poniendo en primer lugar a aquellas relacionadas con la ostentosidad y superficialidad por encima de aquellas necesidades que son vitales, como el agua pura, aire limpio, alimentos nutritivos, refugio y educación relevante; donde el sistema de valores impulsado por esta sociedad basada en la competencia y el individualismo, nada tiene que ver con la integridad, la justicia, la colaboración, el respeto, la integridad y la honradez.

   Por lo que, administrar los recursos escasos de manera eficiente no es un tema que  interese a las personas, ya sean gobernantes, empresarios o personas comunes.


   Debido a esta falencia intrínseca de este sistema, numerosos proyectos cuyos objetivos eran abolir el hambre, la desnutrición, la pobreza o las desigualdades sociales han resultado fallidos a lo largo de estos años.





Economía mundial



¿Guerra contra la pobreza? 

 En 1974, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación organizado por la ONU en Estados Unidos, el entonces secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger, declaró que en 10 años ningún niño se iría a la cama con hambre y en ese momento la FAO estimó que había unas 434 millones de personas con hambre en el mundo.

Muchos años después, en el cambio de milenio, cuando millones de niños todavía se despertaban con hambre, la ONU declaró como uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que el mundo "reduciría a la mitad el número de personas que padecen hambre para el año 2015”.

En ese momento, se fijó el objetivo de reducir el número de personas que padecen hambre de 840 millones a 240 millones de personas.


   Hoy, en el 2013, más de 1000 millones personas todavía sufren de hambre y desnutrición, a pesar del hecho de que la producción de alimentos ha sido cada vez mayor por décadas y a pesar de que en ese lapso se han hecho numerosos congresos, cumbres, conferencias, reuniones y protestas para poner un fin al hambre en el mundo.



Quizás todo haya sido en vano porque nunca se ha abordado el problema de raíz. Pero a mediados del 2012 en Río de Janeiro (Brasil), se desarrolló la Cumbre Río+20 de la ONU sobre Desarrollo Sostenible, y en ella, un estudio divulgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) dio varias recomendaciones, y una de ellas es la necesidad de promover una dieta sostenible para evitar el agotamiento de los recursos naturales a futuro.

Justamente, la dieta basada en carne no cumple con este requisito y veremos porque.



Hambre y pobreza mundial


Administración de los alimentos 

 En un sistema que funciona mediante el lucro, sin que importen las consecuencias sociales ni medio ambientales, no es difícil caer en cuenta porque se promueve una dieta a base de carnes y sus derivados, ella es un claro ejemplo de máxima ineficiencia en gestión de recursos, ya que su producción conlleva un gran desperdicio de agua, tierras y energía.


   El modelo agropecuario establecido es derrochador y digno de formar parte de esta vergüenza de orden social, llamado monetarismo.

   Con el propósito de producir carne, los cereales que podrían alimentar a la gente, se utilizan para alimentar el ganado, algo totalmente inaceptable si tenemos en cuenta que, según un informe brindado por la FAO en 2008 el número de personas que padecen de hambre en el mundo es de 1000 millones.

Aunque acepto la premisa de que los alimentos no faltan, cosa que es verdad, se producen alimentos para el doble de la población, no podemos negar algunos hechos obvios que nos tocan en este momento, la población está creciendo a un ritmo acelerado y el medio ambiente está siendo degradado más que nunca.




 Sistemas de producción ganadera 



 Los entornos, la intensidad y los objetivos de la producción pecuaria presentan una gran variación entre los países y dentro de ellos. Los sistemas agropecuarios se corresponden con las oportunidades agroecológicas y con la demanda de productos animales.

En términos generales, los sistemas se ajustan a los entornos socioculturales y biofísicos dominantes.  La FAO ha clasificado a los sistemas pecuarios en 11 grupos de acuerdo a los diferentes tipos de sistemas de producción agropecuaria, la relación con la tierra y la zona agroecológica , pero se pueden distinguir 3 principales:

 Los sistemas de producción pecuaria a base de pastizales (o pastoreo) son sistemas de producción exclusivamente ganaderos, con frecuencia basados en el pastoreo migratorio, en pastizales estacionales y en pastos de altura.

Suelen estar ubicados en las zonas más marginales, que no resultan aptas para los cultivos, bien sea por las bajas temperaturas, las escasas precipitaciones o las condiciones topográficas.


Producción ganadera



Estos producen alrededor del 12% de la leche y el 9% de la carne a nivel global, y son los que ocupan una mayor superficie de tierras, estimada actualmente en el 26% de la superficie total del planeta libre de hielo.

 Los sistemas de producción pecuaria mixtos son sistemas de producción donde los animales comen pasto, residuos de cosecha y forraje, se encuentran en ecosistemas con mejores condiciones bioclimáticas.

Son los responsables de la producción del 88% de la leche y el 6% de la carne a nivel global.  - Los son sistemas intensivos de producción industrial (corrales de engorde o feed lot) donde los animales se alimentan con forraje comprado.

Estos sistemas son dominantes en las áreas con alta densidad de población y un elevado poder adquisitivo, en particular en las zonas costeras de Asia meridional, Europa y América del Norte, que además están conectadas con puertos marítimos para la importación de piensos.

En contraste, hay zonas con una amplia oferta de piensos, como la región centro‐occidental de los Estados Unidos de América y zonas internas del Brasil y la Argentina, donde se han desarrollado sistemas industriales usando los excedentes locales de la producción de forraje.

Estos sistemas son los responsables de la producción del 45% de la carne y el 61% de los huevos a nivel global.


Para la producción de forraje, se utilizan variedades de cereales y leguminosas, en particular para las especies monogástricas, fundamentalmente los cerdos y las aves de corral.

 Los cereales se usan para los rumiantes como suplemento alimenticio, pero en la producción intensiva, ya sea en los corrales de engorde o en la producción de leche, pueden representar la mayor parte de la dieta.


Corral de engorde



Ganadería y producción de alimentos 






Un informe publicado por la Convención para Combatir la Desertificación de la ONU, afirmaba que en el año 2009 se requerían entre 7 a 10 kilogramos de cereales para producir un kilogramo de carne.

Esto se debe a que para producir carne se tienen en cuenta dos cosas:

1) Coste directo de producción de la cosecha para animales, incluido su alimentación.
2) Coste indirecto para mantener la cría de rebaños en constante crecimiento. 


                                                         ¿A qué nos lleva esto? 


                                   LA COMIDA ES LA COMIDA DE LA COMIDA  


¿Absurdo?  Continuemos.

El uso de piensos provenientes del cultivo de alimentos básicos como los cereales y las leguminosas se ha incrementado rápidamente durante las últimas décadas en respuesta al crecimiento de la demanda de forraje y la insuficiente capacidad de los forrajes tradicionales para suministrar los nutrientes en la cantidad y calidad requeridas.

Entre estos, el maíz y la avena son las más utilizados con un porcentaje mayor al 60% entre el período 1961-2002 según la División de Estadísticas de la FAO, de los biocombustibles. El maíz es el cereal predominante en el Brasil, Argentina y los Estados Unidos de América (70% del maíz  es utilizado como pienso), mientras que el trigo y la avena dominan en el Canadá y Europa.

En Asia sudoriental se registran porcentajes similares del trigo hasta principios de la década de 1990, para efectuar después un cambio gradual hacia el maíz.





Analítica de la producción de alimentos


 Según el informe “ Perspectivas Alimentarias. Análisis del Mercado Global 2012” brindado por la FAO, actualmente el 35% de los cereales producidos a nivel global son utilizados para alimentar al ganado; entre ellos el 20% del trigo y el 54% de los cereales secundarios (sorgo, mijo, avena, centeno y cebada).

   Con respecto a la soja, inicialmente la industria del aceite de soja fue la principal impulsora de la producción de esta leguminosa, actualmente la expansión obedece fundamentalmente al abastecimiento de la demanda de piensos.

De hecho, en los últimos años casi las dos terceras partes de la producción de soja se destinaron a la producción de harina y el tercio restante fue a la industria aceitera. El crecimiento del empleo de harina de soja para la elaboración de piensos despegó a mediados de los años setenta y se aceleró en los inicios de los noventa, en respuesta al rápido crecimiento de la demanda en los países en desarrollo.

En el proceso de extracción de aceite, las semillas de soja producen entre un 18-19% de aceite y de un 73-74% de harina de soja; el resto es desperdicio.

Solo una pequeña proporción de los granos cosechados se suministra directamente los animales (alrededor del 3 por ciento del total). De la harina de soja, más del 97 por ciento de la producción mundial se destina a la elaboración de piensos para la alimentación de las especies monogástricas, en especial de las aves de corral y, en menor medida, de los cerdos.


   Debido a esto, se estima que 77 millones de toneladas de proteínas de origen vegetal son consumidas anualmente por el ganado para producir 58 millones de toneladas de proteínas de origen animal.

   Y las proyecciones indican un crecimiento de la producción pecuaria y un consiguiente aumento de la demanda de piensos.

Según el informe “ Perspectivas Alimentarias . Análisis del Mercado Global 2012 “ la producción de cereales al mes de diciembre del año 2012 fue de 2281 millones de toneladas y la FAO prevé que la demanda de cereales para piensos tendrá un incremento aproximado de 1000 millones de toneladas en el período de 1997/99 a 2030, experimentando una tasa de crecimiento sin precedentes, siendo más de 3000 millones de toneladas las que se producirán para el año 2050 según el estudio “ Agricultura mundial: hacia 2030/2050 ” , sin tener en cuenta la posible expansión del mercado de los biocombustibles.


Tierra para ganado 

Ahora, si tenemos en cuenta que estos granos deben sembrarse en un espacio, la mayor necesidad de granos para alimentar al ganado requieren mayor cantidad de espacio. Dependiendo de las condiciones y el tipo de alimento, una sola vaca requiere entre 1 a 4 hectáreas por año para ser alimentada, y de un novillo de unos 500 Kg. se pueden obtener unos 350 Kg. de carne aproximadamente, quitando vísceras, el cuero y los huesos. 

 Ahora saquemos la cuenta de cuantos cereales podríamos extraer de una media de 1 hectárea, teniendo en cuenta el rendimiento promedio de los granos y hagamos una comparación (cabe aclarar que los valores son estimativos y que varían de acuerdo al tipo de semilla, a los regímenes de lluvia, fertilidad de los suelos, tipo de siembre, adversidades climáticas, etc.).

Cereales para alimentar al ganado


 Según un informe publicado por el Departamento de Agricultura de los EEUU, una persona promedio consume unos 1000 Kg. de comida por año, por lo que con la misma tierra que utilizamos para criar una vaca y obtener 350 Kg. de carne (1/3 de lo que consume un persona por año), podríamos obtener alimentos para más personas si la usáramos para cosechar grano.

Es decir:

- 2,4 personas con una hectárea de soja.
 - 8 personas con una hectárea de maíz.
- 10 personas con una hectárea de sorgo.
- 1 persona con una hectárea de trigo.
- 2 personas con una hectárea de avena.  


 Y el ejercicio se hace más claro, cuando vemos que mientras 22,4 millones de hectáreas de tierra en EEUU se destinan a pastos para el ganado, solo 1,6 millones de hectáreas se dedican al cultivo de verduras y hortalizas para el consumo humano directo, según el Departamento de Agricultura de los EEUU.


¿Cuál es el problema con el espacio si la tierra es grande? 



   Bueno, teóricamente hay mucha tierra, el planeta es grande. Pero el crecimiento demográfico y el aumento de los ingresos, así como la transformación de las preferencias alimentarias, están estimulando un acelerado incremento de la demanda de productos pecuarios, a la vez que la globalización impulsa el comercio de insumos y productos.

Se prevé que la producción mundial de carne se incrementará en más del doble, pasando de 229 millones de toneladas en 1999/01 a 465 millones de toneladas en 2050, y que la producción de leche crecerá de 580 a 1 043 millones de toneladas.


Debería ser totalmente inaceptable que el hecho de que cerca de 800 millones de personas estén actualmente asoladas por la desnutrición crónica, no debido a una falta de capacidad para producir los alimentos necesarios, si no por contextos sociales, económicos y políticos que permiten, y a veces causan, esta perpetuación de la pobreza absoluta.


Alimentar una población creciente 



En un mundo que está cada vez más preocupado por la producción sostenible de alimentos, idealmente, la contribución de la ganadería al balance alimentario debería ser por lo menos neutral. Sin embargo, a nivel global esto no ocurre.

Proporcionar alimentos a la creciente población mundial en suficiente cantidad y calidad mientras que al mismo tiempo se protegen los ecosistemas naturales es uno de los desafíos de nuestra sociedad.

Las últimas décadas han sido testigos de un crecimiento sin precedentes de la población humana y la demanda de recursos: la población mundial superará los 9 mil millones y la demanda de productos pecuarios superará el crecimiento del número de la población debido al incremento drástico del consumo de productos de origen animal, en particular en los países en desarrollo; esto se debe principalmente a la expansión de la urbanización, el crecimiento de los ingresos, el modelo económico neoliberal y la expansión global del estilo de vida occidental.




 A través de estos cambios, el sector ganadero entra en competencia más directa por recursos escasos como la tierra, el agua y la energía. En consecuencia, la evolución del sector ganadero está cada vez más relacionado con la seguridad alimentaria mundial debido al conflicto entre los recursos para forraje y el alimento para el consumo humano directo.



Explotación ganadera





 A pesar de esto, la ganadería constituye una pieza fundamental en ciertas regiones donde los donde los cultivos no pueden crecer fácilmente o donde las fuentes de alimentos no pueden ser consumidas directamente por los seres humanos.


 Los alimentos de origen animal son una opción para muchas personas en muchas sociedades, así como una fuente valiosa de nutrición. Sin embargo, su lugar en la dieta familiar no depende sólo de las preferencias, sino también de su accesibilidad.


Esto se ve afectado por los niveles de ingresos de los hogares, la proporción de estos ingresos que son destinados a diferentes tipos de alimentos y por el precio de los alimentos de origen animal en comparación con los alimentos de provenientes de los cultivos.



Así y todo, con el desarrollo actual de la tecnología es posible solventar las carencias en dichas regiones y así evitar el impacto que pueda llegar a tener la producción pecuaria en esas regiones.


Por lo que, nuestro problema radica en que la demanda creciente de carne, y por ende de cereales y espacio, conlleva a invadir zonas que antes eran bosques, selvas, montes, esteros y demás ecosistemas frágiles que el avance de la frontera agropecuaria está destruyendo.


                                                                            


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                                                                                                         Ezequiel Martín Arrieta
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